Enric Ortega, Vilassar de Dalt

Entrevistamos a Enric Ortega, arqueólogo y director del Museu-Arxiu de Vilassar de Dalt.

Enric Ortega, arqueòleg del Museu arxiu de Vilassar de Dalt
Foto: Kris Ubach

¿Dónde estamos, Enrique? ¿Qué es esa roca?

Estamos en el dolmen de la Roca de Toni, que es uno de los elementos más emblemáticos no sólo de Vilassar de Dalt sino de todo el Parque de la Cordillera Litoral y diría que del Maresme. Es un elemento megalítico de finales del neolítico; de la época llamada calcolítica (2.200 - 1.800 aC). Pero más allá de ser un elemento prehistórico, es un icono de nuestro pueblo, un lugar de encuentro y un punto estratégico.

¿Qué importancia tiene ese dolmen? ¿Existen otros elementos prehistóricos asociados a su alrededor?

El dolmen de la Roca de Toni es el único elemento construido -es una cámara funeraria- pero forma parte de todo este entorno que llamamos en la Ruta Prehistórica de Can Boquet. Tenemos testimonios de cerámica cardial que nos dice que en época neolítica estas llanuras ya estaban ocupadas y que el hombre de finales del neolítico enterraba a sus muertos en diferentes cuevas de entierro. Aquí tenemos la cueva de la Rana, la cueva de Pau, la cueva de Joan y el elemento estrella es aquel que construyen, que es el dolmen de la Roca de Toni. Para ver un espacio parecido deberíamos irnos, por ejemplo, a la Roca del Vallès en la montaña de Céllecs, donde también hay elementos de esta importancia.

¿Ha encontrado objetos en la zona? ¿Dónde se guardan?

Hemos encontrado aquellos ajuares funerarios que acompañaban al muerto en su trayecto a la otra vida. Cuencos de cerámica, puntas de flecha, cuchillos de sílex, alguna pieza de collar... Tenemos una dena de un collar de variscita que nos habla de que había un comercio, ya que esta variscita viene de las minas neolíticas de Gavà , por tanto, de alguna manera llegó desde allí hasta Vilassar. Pese a que muchas cosas se perdieron en los años cuarenta y cincuenta cuando todavía no se hacían excavaciones científicas, a partir de entonces sí que se salvaguardaron muchos objetos que guardamos en la Masía de Can Banús, que es la sede del Museu-Arxiu de Vilassar de Dalt.

Y posterior al período neolítico, ¿qué más podemos ver en Vilassar de Dalt?

Vilassar de Dalt es un mosaico de historia para que arranquemos en la época neolítica con estos yacimientos, pero tenemos una muestra de todas las épocas históricas. Por ejemplo de época romana tenemos los hornos romanos de la Fornaca, que están entre los mejor conservados de Cataluña; son tres fondos industriales de dimensiones descomunales dedicados a la producción de cerámica romana. Por otro lado, también tenemos elementos de época medieval con un castillo fantástico en la estructura del pueblo... de hecho, todo el urbanismo en torno a la iglesia conserva la estructura de la edad media. Y por último tenemos muchas casas de cuerpo alineadas que siguen el mismo patrón de las casas de los obreros que trabajaban en las fábricas textiles durante la época industrial. En Can Manyer -que es un espacio industrial rehabilitado como biblioteca- hay una pequeña joya que es el mayor pavimento hidráulico de Catalunya, de 400 metros cuadrados. Por tanto, si tomas la historia de Vilassar de Dalt, puedes ir desde el neolítico hasta época industrial.

Museu arxiu Vilassar de Dalt
Museu Arxiu Vilassar de Dalt.
Foto: JM Arenaza
Biblioteca Can Manyer
Biblioteca Can Manyer
Foto: JM Arenaza

¿Y en cuanto a festividades?

Uno de los momentos estrella del pueblo es el tercer fin de semana de octubre, cuando se celebra la Feria de la Seta. Se hace una muestra de setas en el museo y en toda la calle marqués de Barberà se colocan unas sesenta paradas dedicadas a la naturaleza y al mundo de la micología.

Otra festividad muy nuestra es el 17 de enero por San Antonio; es cierto que los Tres Tombs se hacen en muchos sitios, pero aquí en Vilassar tenemos una tradición de payés muy arraigada y por eso tenemos mucha participación de caballerías. Y para acabar cabe destacar el Revela't, que ya lleva diez ediciones y que se ha convertido en el festival de fotografía analógica más importante de Catalunya.

Tu rinconcito preferido de Vilassar de Dalt es…

Lo tengo clarísimo: la cueva de la Rana, que es una de las que forma parte de la ruta prehistórica. Es la única cueva que se ve desde el pueblo, un hacinamiento de piedras que visto de lejos y de lado parece una rana; de ahí le viene el nombre. Se trata de un entierro de finales del neolítico y desde ella dominas toda la llanura del Maresme con el mar al fondo. Es un lugar delicioso.


► Imprescindibles de Vilassar de Dalt

  • Cueva de la Rana
  • Teatro La Massa
  • Biblioteca Can Manyer
  • Hornos romanos La fornaca
Teatre La Massa
Teatro La Massa. Foto: JM Arenaza